La pandemia de coronavirus ha hecho relucir las diferencias que hay entre el Partido Popular y Ciudadanos en el Gobierno de la Comunidad de Madrid. El partido de ciudadanos ha pedido paralizar durante 21 días, es decir, tres semanas la capital para así detener la segunda oleada de contagios.
El vicepresidente madrileño, Ignacio Aguado, lidera esta vertiente alternativa de gestión. Quiere disminuir todo lo que se pueda la presencia de la enfermedad para poder así salvar la temporada navideña, a pesar de que estas acciones conlleven medidas más drásticas de las que ha aprobado hasta ahora la presidenta, Isabel Díaz Ayuso.
“Es necesario hacer un parón contundente de todos y de hasta 21 días para bajar la curva en Madrid”, ha explicado el líder de Ciudadanos en la Comunidad de Madrid en una entrevista en El País.

Aguado pone el objetivo de 25 contagios por cada 100.000 habitantes
Aguado es por el momento el único miembro del Gobierno autonómico que cree en estas restricciones como medida necesaria para disminuir el número de contagios en la capital hasta los 25 positivos por cada 100.000 habitantes. Una barrera que es complicada de conseguir, para la que propone hacer “un stop and go” como los pilotos de Fórmula 1.
“Soy partidario de tomar medidas contundentes durante un periodo temporal fijado y claro y definido que estar tomando medidas más laxas que alarguen la agonía también de la economía”, ha reconocido.
Su objetivo es el de disminuir el número de pacientes que hay en las unidades de cuidados intensivos, a la vez que garantizar la llegada de turistas y la mejora del comercio durante las semanas de Navidad. “Si no somos capaces de bajar la curva de forma contundente llegaremos a Navidad en una situación comprometida”, ha indicado.
Aguado es el único político del Grupo Covid-19 que no pertenece al Partido Popular o al Partido Socialista. Está en una posición que le ha permitido presenciar en primera plana la contienda política que enfrenta al PP y al PSOE por culpa de la gestión de la pandemia en la Comunidad de Madrid.
Aunque se haya mostrado en diversas ocasiones descontento por culpa de esta política de crispación y de haber sido desplazado en numerosas ocasiones a la hora de tomar decisiones sobre la crisis sanitaria, Aguado sigue sin ser partidario de presentar una moción de censura. “Es un Gobierno de coalición y el PP tiene mayoría y por tanto la última palabra”, ha esclarecido.
El Partido Popular sigue apostando por las restricciones enfocada en los barrios
El plan que Ciudadanos ha propuesto sobre la mesa choca de frente con la idea que tiene el Partido Popular, cuya estrategia se centra en volver la política de restricciones sanitarias centrada en los barrios, cuando finalice el viernes el estado de alarma en la región.
El consejero de Sanidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, recientemente volvió a defender esta medida que llegó a dejar en confinamiento selectivo a 46 zonas de la capital. “Nuestra intención siempre ha sido la de continuar con el modelo de [restricciones en] zonas básicas de salud, valorando las que tienen más alta transmisibilidad del virus, que entendemos que está funcionando”, ha indicado recientemente en una entrevista en El Mundo.
Escudero no ha querido opinar sobre el ambicioso objetivo propuesto por Aguado para fijar la presencia de la enfermedad en 25 contagios por cada 100.000 habitantes, pero ha enviado un aviso al líder de Ciudadanos. “Entiendo la buena voluntad del vicepresidente, si podemos estar en cero muchísimo mejor (…), pero lo que hay que hacer es seguir los consejos de los expertos”, ha indicado.
El consejero de Sanidad ha tratado de no generar conflicto, tras las declaraciones de Aguado que ponen en duda la estabilidad del Gobierno en plena crisis sanitaria. “Yo creo que todo el Gobierno va en la línea de que hay que confiar en lo que diga sobre todo Salud Pública. No creo que haya una deslealtad”, ha explicado.